miércoles, 12 de noviembre de 2008

Los martes de Santa Cruz

Como pudisteis leer en el post anterior,
ayer tuvimos la primera misa del curso en la capilla del Cristo de la Luz y posteriormente una tertulia sobre la Cultura de la Vida, a cargo de la profesora Dª Soledad Porras. Agradecimos enormemente su presencia y esperamos que nos vuelva a acompañar siempre que lo desee. Su gran capacidad de expresión, la profundidad de sus ideas y, sobre todo, la gran fe que se notaba en sus palabras hicieron que calara en nosotros el mensaje que nos quería transmitir y que, posteriormente, diera lugar a un debate en la que se aportaron dudas y reflexiones muy interesantes por parte de los asistentes.

El mensaje de Dª Soledad fue claro: apuesta sin fisuras por la vida y atención ante el mensaje que en próximos meses se nos va a lanzar desde distintos sectores de la sociedad con el fin de enmascarar la realidad. Desde el prisma católico es relativamente sencillo ver como la vida es un regalo y un don, pero incluso desde un punto de vista puramente humano o social, tenemos que darnos cuenta de que dramas, como el aborto o la eutanasia, no hacen avanzar a una sociedad sino todo lo contrario. El derecho natural, pilar básico del comportamiento humano y fundamento dle Derecho actual, no deja lugar a dudas en este tema y así fue reflejado por Dª Soledad y en algunas de las intervenciones del debate.

Para terminar, invitaros por supuesto a todos a asistir a la próxima Eucaristía y tertulia que tendrá ya lugar en Diciembre y que seguro será igual de interesante. Os dejo aquí el texto que se leyó a modo de acción de gracias al final de la misa. Se trata de un extracto de "A la espera de Dios" de S. Weil.

Un saludo!!


“Por encima de la finitud, del espacio y del tiempo, el amor infinitamente infinito de Dios viene y nos toma. Llega justo a su hora. Tenemos la posibilidad de aceptarlo o de rechazarlo. Si permanecemos sordos, volverá una y otra vez como un mendigo; pero también como un mendigo, llegará el día en que ya no vuelva. Si aceptamos, Dios depositará en nosotros una semillita y se irá. A partir de ese momento, Dios no tiene que hacer nada más, ni tampoco nosotros, sino esperar. Pero sin lamentarnos del consentimiento dado, del “si” nupcial. Esto no es tan fácil como parece, pues el crecimiento de la semilla en nosotros es doloroso. Además, por el hecho mismo de aceptarlo no podemos dejar de destruir lo que le molesta; tenemos que arrancar las malas hierbas, cortar la grama. Y desgraciadamente, esta grama forma parte de nuestra propia carne, de modo que esos cuidados de jardinero son una operación cruenta. Sin embargo, en cualquier caso la semilla crece sola.

Llega un día en que el alma pertenece a Dios, en que no solamente da su consentimiento al amor, sino en que, de forma verdadera y afectiva, ama. Debe entonces, a su vez, atravesar el universo para llegar hasta Dios. El alma no ama como una criatura, con amor creado. El amor que hay en ella es divino, increado, pues es el amor de Dios hacia Dios que pasa por ella. Sólo Dios es capaz de amar a Dios. Lo único que nosotros podemos hacer es renunciar a nuestros propios sentimientos para dejar paso a ese amor en nuestra alma. Esto significa negarse a sí mismo. Sólo para este consentimiento hemos sido creados”

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola a todos, yo asistí el martes y me encanto al igual que me encanto la charla del año pasado sobre los metodos naturales. Es importante que los jóvenes participemos en actos como estos y nos demos cuenta de la importancia de estos temas. El aborto es un asesinato en toda regla y deja marcada a la mujer psicologicamente para toda su vida y muchas veces también fisicamente. Es algo muy serio y lo sociedad hoy en día trata de hacernoslo ver como algo normal. Mantener relaciones es algo serio, que se debe realizar partiendo del amor a la pareja y que nace del amor de Dios. Es un derecho que conlleva una responsabilidad. No porque la ciencia nos de una salida fácil debemos considerarlo de menos importancia.Un saludo a tod@s!!